lunes, 3 de octubre de 2011

proyecto papa

El primero de julio de este año comencé el proyecto de papas en bolsa. Investigué, pregunté y me animé.

Para mi sorpresa, prendieron y aunque la cosecha no fue abundante valió la pena el experimento y sé que cuando tenga mi casa de campo, aquí o en west sussex (permítanme que sueñe), voy a saber algo más de estas cosas.

Volviendo a mi balcón:
necesité unas papas brotadas, yo elegí las asterix, esas rosaditas.



una bolsa de tierra para plantarlas y otra más para ir agregando a medida que crecen


se ponen las papas con los brotes para arriba



se cubre con más tierra



y se riega.


Sólo queda esperar 3 meses más o menos o hasta que las hojas se pongan amarillas. Pero yo las saqué cuando los tallos aún verdes se inclinaron y se habían cumplido los 3 meses.



Al principio, cuando asomaron las hojitas no sabía si eran yuyos o las papas


después ya no tuve dudas.




Durante el mes de septiembre me entusiasmé al ver tanto verde en mi balcón y sintiendo ya la primavera compramos una marimonia.
Y pensar que antes no me gustaban las plantas!




Ahora puedo pasar un buen rato mirando mis 3 macetas, admirando qué maravillosa es la naturaleza.


Cuando llegó el día de la cosecha necesité la ayuda de toda la familia: Mario, por si al abrir la bolsa salía algún bicho y Agus para asistir en todo.



Una mano de Mario sostiene la bolsa mientras Agus corta la bolsa con mi tijera nueva para tela!



¿Qué ven ahí?



¡PAPAS!
bueno, papines...




Vale la pena la espera, tanto despliegue, si al final veo esa sonrisa, esos ojos sorprendidos y entusiasmados.

Este es el resultado final.




Esa misma noche las herví y luego las salteé con ajo, pimentón y orégano.




Si tienen un poco de lugar, un poco de sol y una bolsa con tierra, prueben, planten algo, y vean qué pasa, algo bueno saldrá seguro.

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