No hay nada que disfrute más que un sábado a la mañana. Hay un silencio especial, tranquilidad, todo se desacelera.
Por eso aprovecho a hacer algunas cosas que en la semana sería imposible.
Empecé por organizar las cosas del cole, para ver qué falta comprar y qué quedó del año pasado (¡nada!).
Tuve tiempo de hojear mis libros de cocina para planear el menú de la semana.
Ah... mis libros de cocina merecen un post aparte uno de estos días!
Al final hice empanadas de carne para Mario y Agus y tarta de queso para mí.
¿Puedo presumir de lo bien que me sale el repulgue de las empanadas?
Gracias!
Hay que ponerle un poco de humor a la rutina diaria, por eso tengo esa sonrisa que me recuerda, sobretodo un domingo a la noche mientras preparo la cena o un lunes a la mañana preparando el mate, que los días pasan con mal humor o sin él y que es mejor ponerle buena onda, para el bien de todos a mi alrededor.
Hay un montón de pequeñas cosas que puedo hacer para alegrar mi hogar y a mí misma: miren las flores que tengo la suerte de traer del trabajo todos los viernes ¡ son preciosas! embellecen la casa y me dan alegría.
Mis tejidos también aparecen por ahí.
Nota: el desorden de mi cocina es típico de un sábado a la mañana.
The crochet heart in the last picture is lovely. Nice personal touches in you kitchen. I admire you pastry making teckniques, the twist at the end of the pastry is so neat, I wish I could be as neat.
ResponderEliminarThanks Shaheen! sadly my son didn't like the inner part( the filling?)of the pastry!
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