Una bufanda en una tarde

Vivo en un departamento chiquito, pero eso no me impide tener dos ( sí, DOS) telares. Por suerte se desarman y se camuflan fantásticamente, sino, vean lo que hay detrás de esta manta, en el estante inferior de esta mesita

Mi hermoso telar de 50 cm que, de ser necesario puedo llevar armado hasta en el colectivo!

Y para completar mi felicidad, me compré un peine grueso que sirve para tejer lanas más gruesas o materiales con nudos o pelo por ejemplo.

El de abajo es el peine común que viene con el telar y es ideal para las lanas o hilos de grosor mediano. También existe un peine fino, pero yo lo tengo en el telar más grande de 1 m.

Para estrenar el peine grueso voy a usar una lana tipo mecha mezclada con otras más finas.

Naveta y navetón ( ¿no parecen nombres de payaso?). Siempre uso el de arriba, el navetón porque sirve para cargar más material sin necesidad de cortar y hacer nudos, que eventualmente hay que esconder en el tejido.

Entró todo un ovillo como éste.

Primero se cortan las hebras según el ancho y el largo que quiero que tenga mi bufanda. Luego hay que enhebrar, enganchar y enrollar el material.

Cuando movemos el peine arriba o abajo se forma la calada por donde va a pasar la naveta

ya estamos tejiendo

Las hebras horizontales forman la trama y las verticales la urdimbre

Al llegar al final hay que " cerrar" el tejido igual que al comienzo

Desenganchamos la bufanda de un extremo del telar...

...y desenrollamos

emparejamos los flecos con una tijera y...

¡ Listo! ¡ Una bufanda en una tarde!